Pomona Valley Mining Company

Mi primera vez en este restaurante con la familia y lo disfrutamos. Fueron solo las mujeres y la pasamos bien. Probamos algunas bebidas y no tuvimos quejas. Mi hermana tomó una bebida mixta y verás una de sus bebidas en mi foto. Dijo que estaba deliciosa pero estaba triste por el tamaño (jaja). Recomendó pedirle recomendaciones al camarero, así como ella lo hizo. Probó varias bebidas y quedó impresionada con todas ellas. Yo probé una degustación con varias de sus cervezas de barril. Estaba bien. Nada nuevo, pero fue divertido tener una mezcla en ese momento. La sopa de almejas tenía un buen sabor, pero encontré más trozos de papas que de almejas. En general, estuvo bien. La comida estaba buena, el servicio fue bueno y definitivamente volvería en el futuro.

He sido un fanático leal del Pomona Valley Mining Company durante mucho tiempo, ¡casi 40 años, de hecho! La primera vez que recuerdo haber ido allí fue alrededor de mi décimo cumpleaños, cuando comencé a pedir cenas en lugar de fiestas de pizza, y vaya que tomé la decisión correcta, jaja... La Cena de Navidad se ha vuelto cada vez más difícil de negociar para mi familia recientemente, pero creo que hemos encontrado la solución perfecta en el Brunch Navideño del P.V.M.C. Desde el momento en que llegamos, el personal sobresalió en preparar nuestra mesa (que tuvimos que reducir de un grupo de 9 a 6 debido a varias preocupaciones de salud, y no hubo ninguna pregunta ni demora) y en guiarnos hacia nuestra área de comedor. El Brunch en el Mining Company es tan extravagante como te lo puedas imaginar, con cada sección del restaurante convertida en un auténtico banquete de maravillas culinarias, su clásica barra de ensaladas mejorada con la adición de camarones frescos y crudos (salsa cóctel disponible para aquellos que lo deseen), una oferta perpetua de cangrejo de nieve y mejillones perfectamente cocidos en una salsa de aceite y ajo que querrás compartir con el resto del plato. En el resto del buffet encontrarás todos los platillos que siempre has querido probar, desde los huevos revueltos más perfectos "sencillos" (léase: llenos de queso cheddar derretido y rico en capas) que hayas comido jamás (acompañados de tocino crujiente y enlaces de salchicha jugosos) hasta una estación de creación de omelettes, donde puedes armar la combinación perfecta de ingredientes que serán expertamente preparados y añadidos a tu creciente plato de delicias. El prime rib se corta a tu gusto y se añade con una generosa cantidad de au jus que puedes verter directamente sobre el plato (deberías hacerlo) o en los cuencos que ofrecen para todas tus necesidades de condimentos. ¿He mencionado las costillas? Tanto de res como de cerdo estilo St. Louis, y sin duda terminarán separándose del hueso para encontrarse en otro plato más tarde, como un recuerdo sorpresa de este viaje culinario. Un punto destacado en particular que quiero mencionar es el Menudo: nunca he comido tripas tan perfectamente cocidas, y aquellos que habían rechazado este platillo en el pasado debido a este ingrediente deberían darle otra oportunidad, está tierno y sabroso, con apenas masticación... Las bebidas son generosas y sin fin, y tienen un par de estaciones de licuados autoservicio (jugo de naranja y ponche de frutas; ambos deliciosos) para una refrescante inmediata. El servicio es impecable, y nuestra camarera, Regina, era tan competente como carismática, accediendo a tomar una foto de nuestro grupo (ver abajo) mientras equilibraba todos los diversos malabarismos que tenían en marcha en ese momento... ¡y si *tienes* un intervalo entre platos, disfruta de esa vista panorámica! En general, creo que nuestra familia acaba de descubrir una nueva tradición navideña, y mi única preocupación es que es posible que tenga que hacer una reserva aún más temprano el próximo año, si se vuelve tan popular como merece, jaja... ¡la mejor noticia es que al parecer (increíblemente) hacen esto *cada* fin de semana, así que si tienes los *extremadamente razonables* $45/por plato (negociable para niños; no recuerdo los detalles - y también tienen Mimosas sin fin, así que...), le doy a este Brunch un 11/10 - lo recomendaría ampliamente. ¡Feliz Navidad a todos y gracias al P.V.M.C. por hacernos sentir como realeza!

Mi novia y yo tuvimos la oportunidad de asistir a una fiesta navideña aquí. Mientras llegábamos, nos preguntaron si teníamos reservaciones o si estábamos asistiendo a una fiesta, a lo cual respondimos que era una fiesta. Nos indicaron dónde ir y qué hacer. Decidí dejar el coche en manos del valet (8 dólares más propina), entramos y encontramos nuestro lugar, mesas a la izquierda y servicio tipo buffet a la derecha, ¡y un montón de personal para ayudar! Para la fiesta tenían un bar de pago, lo cual estaba bien para aquellos que beben, aunque yo no. En cuanto a la comida, no voy a detallar cada plato porque probé un poco de todo, ¡pero déjame decirte que absolutamente todo estaba delicioso! Destacaría la lasaña vegetariana, muy sabrosa y ni siquiera me di cuenta de que era vegetariana hasta después de probarla. La comida era deliciosa, aunque los pinchos de pollo estaban un poco secos, pero qué se puede esperar después de estar ahí un rato. En general, el servicio merece cinco estrellas, lamentablemente no obtuve ningún nombre para mencionar en esta reseña. Pero todos fueron muy atentos, rápidos en recoger los platos sucios y cada vez que mirabas a alguien te sonreían y en ocasiones preguntaban si necesitábamos algo, el servicio fue de primera. ¡La comida estaba absolutamente deliciosa, disfruté cada bocado! ¡Me alegra haber encontrado este lugar en las colinas!

Para empezar, solo hay servicio de aparcacoches en su estacionamiento. Si prefieres estacionarte tú mismo, debes aparcar en la colina y subir caminando. Tienen varios salones de eventos, pero nadie puede decirte a dónde ir ni hay señalización. Cualquier dirección que tomes, hay escaleras. No esperaba mucho de las comidas del evento. Las papas tenían demasiado ajo, el filete estaba muy hecho. El brócoli estaba bien, pero no tenía la misma combinación que otros platos. La comida estaba excesivamente salada. El barman hizo un buen whisky sour. La ensalada que pedí tenía un trozo grande de lechuga iceberg en mi ensalada mixta. Lo mejor eran las luces de la comunidad y la autopista 10 debajo. Hay muchas opciones hacia el este en la autopista 10, así que sugeriría saltarse este lugar.