
Pero a medida que las temperaturas comienzan a bajar, la mayoría de nosotros deja de lado los buenos hábitos alimenticios saludables y recurrimos a los alimentos que nos hacen engordar como por ejemplo un estofado de pollo, pastel de calabaza recargado mantequilla con mucha azúcar encima, los dulces de Halloween, o tazas y más tazas de chocolate caliente, por nombrar sólo algunos.
Aquí están estos cinco fabulosos alimentos que debes de incorporar en tu dieta para una vida más sana, más vigorosa y más feliz.
Manzanas
«Una manzana al día mantiene alejado al médico » esto es muy cierto, especialmente en otoño que es la estación en que abundan las manzanas. Esta fruta contiene una sustancia llamada “quercetina”, un flavonoide que combate los virus del resfriado y la gripe, tan comunes en los meses previos al invierno. La “quercetina” también ayuda con la salud respiratoria, equilibra la presión arterial, y fortalece un corazón más sano. Eso no es todo; las manzanas contienen una mezcla muy saludable de calcio, vitamina C y ácido fólico. Cómelas crudas en el desayuno, o las puedes cocer en tu pastel favorito para un delicioso postre después de la cena – simplemente no te excedas poniéndoles azúcar encima o tendrás que empezar a cargar con libras de más!
Nabo sueco
Este tubérculo es un gran alimento hecho para todos aquellos de buscamos tirar por la borda esas libras extra. El nabo es rico en fibra, y con solo la mitad de una taza de esa verdura te hará sentir lo suficientemente completa como para dejar de comer en exceso para siempre. Sus cálidos tonos de color púrpura nos hacen recordar al sabor terrenal de una finca que nos convierte en una gran adición a las sopas, guisos saludables y ensaladas. También puedes asarlo con jengibre y limón para tener un plato de diversos sabores.
Coles de Bruselas
Aunque están disponibles todo el año, las coles de Bruselas están en su mejor momento en el otoño, ya que su tiempo de crecimiento se extiende desde la época de otoño hasta finales del invierno. Media taza de coles de Bruselas contiene más de el requerimiento mínimo diario de vitaminas K y C – y ¡sólo 28 calorías! También se presume que posee manganeso, el mineral que tu cuerpo necesita para crear y mantener los huesos sanos; y vitamina B1, un complemento esencial para mantener enfermedades de los ojos y el estrés a raya. Combinar esta verdura con especias y salsas, o asadas para un almuerzo con unas cuantas manzanas rojas, ¡tendrás un contraste agridulce que estará para chuparse los dedos!
Coliflor
Las coliflores son mejores al final del verano y hasta el otoño – por lo que si has estado ignorando este súper alimento hasta el momento, ahora es el mejor tiempo para incorporarlo en tu dieta. Hervida, al vapor o cruda, la coliflor es vista como una verdura que combate el cáncer y ayuda en la prevención de algunos tipos de cánceres, como por ejemplo el de vejiga, de colon, de próstata, de ovario y de mama. También ayuda en gran manera para el proceso de desintoxicación, con los glucosinolatos y tiocianatos. De igual forma ayuda al hígado a neutralizar sustancias tóxicas. Puedes prepararlo en una ensalada de verduras que te chuparás los labios, o cocerlo al horno al estilo italiano para una experiencia culinaria divina, o rostizado con un poco hierbas y cubierto con jugo de limón.
Granada
Se cosecha desde septiembre hasta diciembre, la vibrante granada es el alimento típico por excelencia repleto de vitaminas, minerales y antioxidantes que lo hacen ser una fuente inagotable de nutrición para el otoño. Su contenido en vitamina C fortalece el sistema inmunológico y mantiene la piel fresca, radiante y libre de arrugas. Lo maravilloso de esta fruta son todos los minerales y potasio que posee, y que protege contra la pérdida de masa muscular, regula la presión sanguínea, y reduce el riesgo de accidentes cerebrovasculares y renales. Las semillas son un aperitivo excelente para tu boca, en jugo con una rodaja de limón es uno de los antioxidantes más refrescantes y deliciosamente posibles.