Festeja tus quince con flores falsas.
Puedes mantener tu presupuesto de decoración de Quince "real", es decir, "realmente bajo", utilizando una alternativa a las flores naturales. Las flores falsas, también conocidas como flores artificiales, pueden ser esa opción de ahorro de dinero que has estado buscando. Pero si piensas que el uso de flores artificiales hará que tus arreglos florales no estén a la altura de los naturales, te llevarás una sorpresa.
Si puedes pensar en una flor natural, puedes apostar a que encontrarás su clon artificial, desde rosas hasta gardenias, lirios y bulbos, por mencionar algunas. Puedes encontrar pétalos, guirnaldas y coronas con la flor de tu elección, por lo que no tienes que limitarte a flores con tallo. Lo que hace que esto sea una buena opción es que las flores artificiales son más baratas cuando se compran al por mayor, duran más y no tienes que preocuparte por mantenerlas durante toda tu fiesta.
Si te preocupa que tu lugar no tenga el aroma de las flores naturales, también hay una solución para eso. Se pueden rociar perfumes aromáticos en las flores para darles un agradable olor. Puedes elegir rociar todas tus flores con el mismo aroma o buscar el aroma floral diseñado específicamente para el tipo de flor que hayas elegido. En cuanto a la textura, las flores artificiales de seda son lo más parecido a lo real, ofreciendo una sensación y apariencia que a veces se pueden confundir con lo auténtico.
Otro gran beneficio de usar flores artificiales es que no tendrás que preocuparte por reacciones alérgicas de tus invitados. O si tú misma eres alérgica a las flores, puedes disfrutar de su belleza sin tener una reacción alérgica el día de tu Quinceañera. Además, si te preocupa que tu flor favorita no esté en temporada, usar la réplica artificial sería una excelente solución.
No solo las flores falsas son una excelente manera de ahorrar dinero, sino que también sirven como un excelente regalo de despedida. Al final de tu fiesta, puedes hacer algo creativo con los centros de mesa, como rifarlos al mejor bailarín o dárselos a tu corte y padrinos como un regalo de agradecimiento.
